Krazy Kat: cómic del mes de marzo de la BUR

Krazy Kat es una gata o gato (enigma que ha quedado sin resolver) enamorada del ratón Ignatz, un ratón que responde a ese amor a ladrillazo limpio. El agente Pupp (Cachorro), un perro, siempre intenta proteger a Krazy y castigar a Ignatz. Y este es todo el entramado argumental.

George Herriman era un afroamericano nacido en Nueva Orleans cuya familia se mudó, cuando él tenía 12 años, a Los Ángeles, huyendo del clima racista de Luisiana. A los 16 años se marcha a Nueva York para trabajar como dibujante de prensa. Era un gran amante del desierto americano y se acabó instalando en California. Empezó dibujando tiras cómicas y así nacieron los personajes de Krazy Kat. Las historias son una mezcla de surrealismo, romanticismo, encanto, ternura, humor y filosofía. El dibujo es en blanco y negro, hasta 1935 no se publicaron en color, lleno de detalles y con escenas muy sofisticadas. Dibujos llenos de frescura y dinamismo. Las páginas pueden estar divididas en pequeñas viñetas o muy grandes, enmarcadas o sin marco, numeradas o no, con mucho detalles o muy sencillas. Y a pesar de todos estos cambios consigue una gran armonía.

Cuatro años han tardado en la editorial La Cúpula en preparar esta recopilación que ahora nos presentan. Pero la espera ha valido la pena, estamos ante una obra de coleccionista. Un volumen que recoge los dos primeros años de páginas dominicales restauradas, traducidas y rotuladas para la ocasión. Su traductor, Rubén Lardín, reconoce que es el trabajo más difícil que ha hecho pero también el más gratificante. Krazy Kat es lo mejor que he leído nunca. La obra más hermosa que he leído jamás. Sin ser siquiera un libro, ni mucho menos una novela gráfica, es a la vez poemario, misal y ensueño.

Por eso y por mucho más Krazy Kat es el cómic del mes de marzo, el número 135. Solo podemos añadir que os espera en la planta baja de la Biblioteca de la Universidad de La Rioja. ¡Que disfrutéis de estos días de fiesta de Semana Santa!

Aline Kominsky Crumb

Aline Kominsky Crumb, se llama Callo a sí misma en los cómics, fue una de las precursoras del cómic underground en Estados Unidos. Una mujer sin pelos en la lengua, en sus historias cortas habla de sexo, drogas, alcohol, amor, dolor y muerte.

Reservoir Books ha compilado ahora en un magnífico volumen las historias que produjo desde finales de los años sesenta hasta 2014. En ellas relata episodios de su vida y la de su familia. De trazo irregular, los personajes resultan toscos y exagerados, y sin embargo aunque parezca contradictorio despiertan cierta ternura.

¿Por qué Aline ha envejecido tan bien, por qué con el transcurrir de los años sigue estando tan viva? Pues sin duda por su aplastante sinceridad. Cuenta su verdad, no tiene miedo alguno a mostrarse imperfecta, nos cuenta cosas que habitualmente ocultamos, que no nos atrevemos a mostrar en público. Y lo hace sin sentimiento de culpa y con humor. Y por todo eso hemos elegido Querido callo, cómic del mes de enero de la BUR, el número 133. ¡Os espera en la planta baja de la BUR!

Nadie como tú de Catalina Bu

Catalina Bu (Chile, 1989) con su cómic Nadie como tú publicado por Fulgencio Pimentel. Fotografía: Raphael Sierra (Diario Concepción de Chile)

Este mes de septiembre nos trae un cómic, el nº 129, en blanco y negro, dibujado a mano durante la pandemia por la chilena Catalina Bu. El texto situado fuera de las cajas es escaso y el dibujo hecho con lápiz parece casi un boceto, casi como sin ganas, como la propia historia. Asegura Catalina Bu que empezó a dibujar durante la pandemia, sin guion ni escaleta, con un estilo simple y casi improvisado que al final terminó convirtiéndose en un retrato de su propia vida.

También cuenta que conoció a César Sánchez, editor de Fulgencio Pimentel, durante el Festival Internacional del Cómic de Angulema (Francia) y que conectaron desde el primer momento y surgió la idea de hacer un proyecto juntos. Y Nadie como tú es ese proyecto. Nos ha cautivado porque la protagonista cuenta cosas que ocultamos, que no nos atrevemos a decir, porque llora, porque va a ver a una psicóloga, porque ayuda a su vecina que está a punto de morir y porque su dibujo tiene algo de primitivo, ligero y despojado de artificios. Os espera en la planta baja de la Biblioteca de la Universidad de La Rioja. 

Contrition de Carlos Portela

Este mes de junio os ofrecemos un cómic de género negro, con un misterio central por resolver pero que aborda muchos más temas. El punto de partida de Contrition es poderoso, en el estado de Florida existe un pequeño pueblo en el que residen depredadores sexuales que ya han cumplido su condena. Las leyes del Estado les obligan a vivir lejos de poblaciones en las que haya guarderías o colegios. De modo que se ven obligados a vivir confinados en este lugar, el limbo lo llaman ellos, como si fueran manzanas podridas. Este pueblo existe, no es solo ficción. 

La historia no se cuenta de manera lineal, vuelve atrás y adelante (presente y pasado) con lo que tienes que hacer una lectura muy atenta, a ser posible en una única sesión porque la atmósfera que crea es fundamental. No hay violencia explícita pero resulta por momentos muy perturbador a pesar de que todo ocurre fuera de campo.

El caso se resuelve gracias a la determinación de una periodista que desde el principio intuye que hay algo que no encaja. Quizá lo más interesante son las preguntas que plantea Carlos Portela: ¿Te parece bien que alguien que ha cumplido condena tenga que vivir apartado cuando sale de la cárcel? Si no pueden vivir entre la gente ¿para qué los sueltan?¿Son capaces de arrepentirse? ¿Tienen derecho a la reinserción? 

Keko dibuja en blanco y negro buscando diversas texturas y en el vídeo de abajo nos cuenta que trabaja con fotografías. Este es el Cómic del mes de junio, el número 126, y te espera en la planta baja de la Biblioteca de la Universidad de La Rioja.

El perro de la vecina

Este mes de abril os invitamos con un cómic del francés Sébastien Lumineau. Lleva el sugerente título de El perro de la vecina y El regreso del perro de la vecina. Se publicó primero en secuencias independientes en el fanzine semanal Chez Jérôme Comix entre los años 2000 y 2002. En 2002 y 2005 se aglutinaron y publicaron en dos volúmenes.

En el vecindario hay un perro que muerde, alborota y martiriza a todos los niños del barrio. Los vecinos son pacientes pero llega un momento que la situación se hace insostenible. ¡Hay que hablar con la dueña del perro! Un padre de familia, marido ejemplar inmerso en la rutina de la vida doméstica,  acude a hablar con ella pero la vecina es tan atractiva y cautivadora que trastoca incluso sus sueños.

Lumineau construye una historia con muy pocos medios: texto escaso y mínimos efectos gráficos. La ilustración en blanco y negro con un trazo nervioso y espontáneo. Los dibujos casi parecen bocetos pero resultan muy expresivos, sabe navegar entre el sentido del humor y un algo inquietante que flota en el ambiente. Una historia muy sutil que insinúa y pone el énfasis en lo que no se dice. Se basa en la elipsis y en la sugestión, confiando en que el lector imagine lo que no se muestra.

La edición de Fulgencio Pimentel es de coleccionista: la portada, las guardas, el papel, el tamaño. ¡Una joyita! Un verso suelto como el propio Lumineau, más amante de las autoediciones que de las exigencias editoriales. Os espera en la planta baja de la BUR. El cómic del mes nº 124.

El arte de caer o Ninjababy

El cómic del mes de enero, el número 121, llega desde Noruega. El arte de caer, creado por Inga Saetre (Noruega, 1978) relata la historia de un tema casi tabú, el embarazo en la adolescencia. Describe la amistad y la soledad con fuerza, ternura y una pizca de humor. Los sentimientos, tan complejos en la adolescencia, los presenta de forma sencilla y natural tanto en el lenguaje como en el dibujo. Oscila entre el humor y la tristeza. Los diálogos son magníficos y la historia resulta fresca y honesta.

Este cómic lo descubrimos gracias al cine. Vimos la película Ninjababy y nos encantó. Dirigida por la noruega Yngvild Sue Flikke ganó en 2021 el premio a la mejor Comedia del Cine Europeo. Nos sorprendió saber que estaba inspirada en un cómic de la también noruega Inga H. Saetre. Así que indagando llegamos a El arte de caer publicado en España por Pez dorado (Pyjama Books).

Su dibujo tiene un trazo muy personal, de línea áspera y caricaturesca. No pretende ser minuciosa sino espontánea y expresiva, con cierto aire desganado que encaja muy bien con el texto y con los personajes. Todo el cómic es en blanco y negro, salvo algunas páginas en sutiles acuarelas que al lector le sirven de interludios para pensar en lo leído. ¡Os espera en la planta baja de la BUR!

Gran Premio del Festival de Angulema 2023 para Riad Sattouf

Riad Sattouf sujeta su premio en el Festival de Angulema. ¡Felicidades!

Riad Sattouf ha recibido el Gran Premio del Festival de  Angulema 2023. Es un premio muy importante en el mundo del cómic, aunque no entraña prestación económica tiene mucho prestigio y asegura una gran exposición en la siguiente edición del Festival, lo cual es un sueño para cualquier artista. Nacido en París en 1975, hijo de madre francesa y padre sirio, pasó su infancia y adolescencia entre Siria, Libia y la Bretaña francesa en los años 70 y 80. Con 12 años, Sattouf regresó a Francia y empieza a formarse como ilustrador.

La fama internacional le llega gracias a su serie de seis volúmenes El árabe del futuro. Un cómic autobiográfico en el que relata su infancia y adolescencia en Oriente Medio. Traducido a 23 idiomas, ha vendido más de 3 millones de ejemplares. Ya el primer volumen  recibió el Fauve d’or de Angoulême en 2015 y el Premio de Novela Gráfica otorgado por Los Angeles Time. Del último volumen de la serie, Una juventud en Oriente Medio (1994-2011) se han impreso 370.000 ejemplares y figura entre los más vendidos.

En español ya se han publicado los cinco primeros y estamos a la espera del sexto que cierra la serie. Nosotros lo elegimos Cómic del mes en 2015 y desde entonces le seguimos la pista y esperamos cada nuevo volumen. Nos ha alegrado mucho este reconocimiento a su trabajo. Nos encanta su dibujo suelto, caricaturesco y su sentido del humor. ¡Felicidades!

Los niños del Auxilio social

Además de Paracuellos de Carlos Giménez, consultamos este estudio de Ángela Cenarro.

Este cómic debería ser lectura obligatoria en los institutos, para que los jóvenes sean más conscientes de nuestra historia, de nuestra memoria histórica. Y el cómic es un magnífico lenguaje.

En las sesión del jueves 20 de enero hablamos del Paracuellos de Carlos Giménez. Nació  en el madrileño barrio de Lavapiés, en el que se instaló su familia como tantos inmigrantes que dejaron el pueblo. La muerte prematura de su padre y una enfermedad de su madre hizo que acabase junto a su hermano en un Hogar del Auxilio Social, orfanato de la postguerra franquista. Y eso es lo que nos cuenta el autor, el día a día de los niños que vivían, como él, en estos orfanatos.

La mayoría de los integrantes del club de lectura no son lectores de cómic pero este les ha conmovido e interesado mucho.

Me ha recordado esa España gris y oscura, la de los sacamantecas que contaba mi madre. / Me he movido entre la ternura, la indignación, el humor, en definitiva la emoción. / Me gustan mucho los dibujos, esas orejas de soplillo, esas piernecillas tan flacas, esos rostros tan expresivos. / Los niños de entonces no paraban quietos y claro eran más fibrosos. / Me sorprende la mezquindad y crueldad de los adultos, de las cuidadoras, los profesores. / Mi preferido es el capítulo titulado Fruta picada (página 126-133) / Al principio me costó entrar porque me resultaba deprimente y como es una recopilación, 600 páginas, me daba pereza. Pero luego me ha cautivado y agradezco mucho el descubrimiento de este autor, no tenía ni idea. Nunca había oído hablar de estos hogares.

Esto es solo una pequeña muestra de todo lo que comentamos. Tras repartir ejemplares de Los extraños de Jon Bilbao (Impedimenta, 2021) nos despedimos hasta el 17 de febrero. ¡Cambiamos completamente de tema y de género!

Leyendo Paracuellos

Estamos todos leyendo este cómic que forma parte de la historia de España. Un chusco de pan era un tesoro en la España de posguerra. ¡Os esperamos el jueves 20 de enero a las 19.30 horas en la Biblioteca!

El próximo jueves 20 de enero hablaremos en nuestro club de lectura de Paracuellos, el cómic de Carlos Giménez que ocupa un lugar de honor en la historia del cómic español. Es un cómic autobiográfico, el autor vivió ocho larguísimos años en lo que se llamaba en la posguerra española los Hogares de Auxilio Social (Orfanatos). Allí vivían niños cuyos padres estaban en la cárcel (por rojos), o con madres enfermas de tuberculosis, etc. El caso es que todos aquellos niños pasaban el día haciendo instrucción y rezando. Siempre tenían hambre y para ellos un chusco de pan o un higo seco eran auténticos lujos.

No nos cabe ninguna duda de que esta obra dará mucho juego para el debate. Os esperamos el jueves a las 19.30.

No siento nada

Liv Strömquist es una autora de cómics sueca que plantea si todavía, en estos tiempos tan narcisistas, podemos enamorarnos de forma intensa. Y lo hace con un tono sarcástico, ácido y con su punto de humor. Es feminista, muy reivindicativa y muy famosa en Suecia.

En No siento nada predominan el texto y las reflexiones filosóficas en un intento de acercar la filosofía al gran público. Por ejemplo es seguidora de la socióloga Eva Illouz. Y considera que el cómic puede ayudar a difundir ideas que la gente no leería en ensayos sesudos. 

Justo este pasado fin de semana ha participado en Madrid en el Festival Internacional de Literatura Capítulo Uno y le han hecho varias entrevistas. Os enlazamos aquí la entrevista de La Vanguardia. De modo que el cómic del mes de octubre, el número 106, os espera en la planta baja de la Biblioteca de la Universidad de La Rioja.