El encuentro con Marcello Quintanilha en el Festival de Narrativas Cuéntalo resultó fantástico. Y es que pocas veces tenemos en Logroño el privilegio de estar con un ganador del Festival de Angulema. Tres clubes de lectura participamos del encuentro: ¿Qué he hecho yo para leer esto? (Biblioteca de la Universidad de La Rioja), La casa de Tomasa e Intermón. En total más de treinta personas.
Tras una breve presentación Marcello nos preguntó si conocíamos el origen de la palabra favela que es el escenario en el que transcurre su cómic Escucha, hermosa Marcia.
La favela es una planta. A finales del siglo XIX hubo una guerra, una revuelta en Brasil que supuso una masacre. Muchos se alistaron porque el gobierno les prometió una casa en la ciudad y los que regresaron se encontraron con que el gobierno no cumplió su palabra. De modo que se fueron hacinando en un bosque alrededor de la ciudad, un bosque lleno de árboles (favelas) y allí fueron malviviendo, se construyeron con sus propias manos pequeñas chavolas, casetas, etc. Eso son las favelas actuales. Ese problema se ha ido arrastrando con los sucesivos gobiernos (de izquierdas o de derechas) y de ahí los problemas de inclusión social.
Hay mucha violencia en su cómic. Yo pienso que la violencia está siempre en las relaciones humanas, en las pequeñas cosas cotidianas. En un mero saludo puede haber violencia. En Brasil mucha gente tiene que convivir con la violencia. El estado casi nunca te va a respaldar. El estado históricamente no ha cumplido con su parte. Así que la sociedad se organiza al margen del estado, se crea un estado paralelo con sus propias reglas.
Pero también hay mucho amor. Es que el amor existe. Marcia da mucho amor a todas las personas que la rodean, en el trabajo, en el barrio y en casa. Aluísio (su pareja), a su manera también, siempre está cuando ella lo necesita.
Muchos de los personajes del cómic son mujeres. ¿Qué mecanismos usa para crear personajes del universo femenino? No tengo ninguna idea preconcebida sobre lo que es el universo masculino o femenino. Trabajo los personajes desde su dimensión humana, de la forma más completa que puedo. Para la parte física suelo escoger personas reales, algunas luego se reconocen en mis dibujos.
Marcia es una heroína. Sí, es una madre que entrega a su hija a la policía, y lo hace para salvarla. Subvierte así su papel de madre. Su hija, Jaqueline, es un reflejo de la personalidad de la propia Marcia. Me interesaba mucho crear este desdoblamiento del personaje de Marcia.
La importancia de la música, del arte en su historia. Marcia acude a la comisaría tras escuchar el disco Modinhas imperiais. Y también es tras escuchar la música cuando le pregunta a su compañero Aluísio si es guapa. Es cuando se muestra más frágil, cuando muestra su humanidad. De ahí también el título del cómic. Y es que yo creo que el arte es lo que abre las puertas de nuestro ser.
¿Y cómo eligió el color? Esos colores tan alegres y luminosos para una historia tan dura. Bueno, creo que ahora hay muchas personas que se encierran en su mundo, en las redes sociales, etc. muy desconectadas de la realidad. Busqué colores alejados de la realidad, artificiales, irreales.
¿Es la primera vez que hace un cómic totalmente digital? Sí, es la primera vez. Me gusta cambiar de técnica en cada una de mis obras. Tungsteno por ejemplo es más realista, el dibujo de Marcia es más impresionista.
Su dibujo tiene mucho movimiento, es muy expresivo, las bocas, las cejas. Viñetas muy variadas. Salta de unos escenarios a otros con mucha facilidad. Bueno, para mí la página no es la unidad narrativa. Para mí la viñeta es la unidad narrativa. Así que la viñeta se independiza.
Enamorado de la línea clara. Sí, me interesa mucho, por supuesto Hergé es un referente. De los autores actuales por ejemplo me encanta el trabajo de Rutu Modan que es muy de línea clara.
Sabemos que también trabaja en el mundo de la animación, que ha trabajado para Mariscal en Chico y Rita y ahora para la recién estrenada Dispararon al pianista. Bueno, he tenido una vida azarosa. Soy de clase obrera y autodidacta. He trabajado en muchas cosas. Empecé en el mundo de la animación cuando todo se hacía de forma manual. De pequeño me gustaban las fotos de jugadores de fútbol que veía en los periódicos. A veces no eran muy buenas pero a mi lo que me cautivaba era el movimiento. En los años setenta me interesó mucho el fotoperiodismo.También el cine neorrealista italiano, me identificaba mucho con esa cruda realidad que mostraban. Empecé a trabajar con Mariscal para Chico y Rita y luego me volvió a llamar para esta que se acaba de estrenar. Ahora vivo en Barcelona.
¿Y por qué no Escucha, hermosa Marcia al cine? Ojalá. De Tungsteno hicieron una película en Brasil de la que estoy muy satisfecho. Pero no se ha estrenado mas que allí.
¿Qué ha supuesto su premio en Angulema? Recibir el premio hace que las ventas de tu obra se multipliquen de manera interesante.Se traduce a muchos idiomas. Te invitan a muchos sitios. Aquí a Logroño también.
¿Y qué escritores le gustan? Machado de Assis, Clarice Linspector y españoles Emilia Pardo Bazán y Pérez Galdós.
Y antes de despedirnos firmó generosamente algunos ejemplares de su Escucha, hermosa Marcia. ¡Un placer haber conocido a Marcello Quintanilha!